La ética-moral comienza cuando se trata de elegir un sentido correcto de realización humana en su línea propia, un sentido capaz de desarrollar en plenitud sus posibilidades. El problema de dar sentido a la vida es fundamental en el ser humano, ya que lo acompaña durante toda su existencia, y la ética-moral interpela a la persona a vivir según su fin último. En este sentido, la ética-moral busca la realización del hombre en la elección correcta de dicho fin.